La infancia de muchos ha sido marcada por alguna de estas series y sus personajes se convirtieron en iconos y fundadores de la subcultura otaku, que cada día cuenta con más adeptos. Desde Astroboy a Candy Candy pasando por Pokémon y Dragon Ball o Sailor Moon, la animación japonesa es reconocida en todo el mundo. El anime se popularizó en América en los 80’s pero sus orígenes se remontan a los primeros años del siglo XX.
Inicios
En 1906 aparece en el mundo el primer cortometraje de animación titulado, Humorous Phases of Funny Face, del productor estadounidense James Stuart Blackton. En el film aparece un pizarrón con dibujos de distintos personajes que hacen divertidas expresiones faciales gracias a la técnica conocida como stop-motion. A pesar de su corta duración de 3 minutos, Humorous Phases of Funny Face marca el inicio de una nueva industria que daría vida a los sueños de cientos de espectadores.
Se tiene conocimiento de que la primera animación extranjera en ser proyectada en una sala de cine en Japón fue Les Exploits de Feu Follet de Émile Cohl, estrenada en Tokio en 1912. Durante la primera y segunda década del siglo XX los cortometrajes extranjeros de animación gozaron de gran aceptación por parte del público japonés. Por ello, los productores nipones consideraron dar inicio a la industria de la animación nacional.
La primera muestra de animación japonesa es Katsudō Shashin un pequeño corto que posiblemente fue realizado entre 1907 a 1911, dura solo 4 segundos y se compone de 50 fotogramas los cuáles fueron descubiertos en 2005 en Kyoto.
El pequeño film muestra a un niño que escribe los caracteres 活動写真 que significan imágenes en movimiento, posteriormente se quita el sombrero y saluda al espectador. A diferencia de los primeros cortometrajes animados, este film japonés se valió de la técnica del estarcido y de un dispositivo llamado kappa-ban para imprimir los fotogramas.
La animación japonesa comercial inicia en 1917 con Imokawa Mukuzō Genkanban no Maki un cortometraje de apenas 5 minutos con una estética inspirada en la animación americana y producido por Ōten Shimokawa; se exhibió pocas veces en algunos teatros.
Fue hasta 1933 cuando aparece el primer cortometraje sonoro con voces en off llamado Chikara to onna no yo no naka “El mundo del poder y las mujeres” producido por Shiro Kido. Trata sobre un hombre japonés casado con una mujer mucho más grande y fuerte que él. Cansado de la mala relación con su masculina esposa, el hombre decide tener un amorío con su secretaria mecanógrafa. Se considera un film perdido ya que se desconoce la existencia de copias de la versión original.
El celuloide es un material fundamental para la animación pero en Japón no se fabricaba a principios del siglo XX e importarlo resultaba muy costoso. En su lugar, se utilizó cartulina en donde los dibujantes (conocidos como mankagas) hacían uso de todo su potencial para trazar a los personajes que después recortaban y fotografiaban .
Segunda Guerra Mundial
El 7 de diciembre de 1941 Japón ataca la base estadounidense de Pearl Harbor y con ello incursiona en la Segunda Guerra Mundial. En ese momento, la animación cambiaría su propósito de entretener para convertirse en un arma propagandística dirigida principalmente a los niños. Momotarō no Umiwashi literalmente Las águilas marinas de Momotarō, se estrenó 1942 y tuvo gran éxito. Los protagonistas eran animales que tomaban el papel de pilotos, los cuáles perseguían a un personaje parecido a Brutus (el antagonista de Popeye) que representaba a las fuerzas americanas.
Posguerra
Con la derrota de Japón varias casas productoras cerraron por falta de trabajo y otras más verían en el caos una oportunidad para el éxito. Aunque el primer largometraje animado en el mundo se le atribuye a Quirino Cristiani con su película El apóstol de 1917, fue Blancanieves y los siete enanos la primera película de animación en volverse famosa en todo el mundo. Se estrenó en Japón con un retraso de 13 años para llegar finalmente a las salas de cine en 1950. Las obras de Disney influirían mucho en el futuro de la industria de la animación nipona, sobretodo en su estética.
Toei Animation productora de series como Dragon Ball, Sailor Moon y Saint Seiya nace como producto de la posguerra en 1956. Su fundador Hiroshi Okawa trabajaba bajo el lema «tenemos que convertirnos en el Disney de Oriente « en una época donde la animación japonesa no tenía las instalaciones ni la tecnología para crear largometrajes. No obstante, logro financiarse para comprar otros estudios más pequeños haciendo crecer la plantilla de empleados.
El estudio lanza su primera producción en mayo de 1957 Koneko no rakugaki (Graffiti de un gatito), un corto de 13 minutos dirigido por Yasuji Mori y Taiji Yabushita. Al siguiente año se estrenaría en las salas de cine Hakujaden «La leyenda de la serpiente blanca» siendo el primer largometraje de animación a color producido en Japón. Duraba 78 minutos y trabajaron 109 personas de lleno en el proyecto. El éxito de esta mega producción puso a la animación japonesa en el mapa a nivel mundial debido a que fue de las primeras en exhibirse en América y Europa.
La televisión llego a Japón 1953 y gran parte de lo que se trasmitía para el público infantil era de origen norteamericano. En 1963, sale al aire Astroboy, la primer serie de animación japonesa, que fue la adaptación de un manga homónimo y contaba con trasmisiones semanales de 30 min. La serie gozo de popularidad inmediata y logro llegar a las pantallas de Norteamérica y Europa.
La Guerra Fría
Pareciera increíble pero la Guerra Fría influyo en el mundo del anime. La división del mundo en grandes bloques, la carrera espacial y el alardeo constante de los avances científicos y tecnológicos , inspiraría a la creación del popular género mecha ( robots gigantes ) que ya tenia como antecedente a Astroboy y aparecerían series con tintes de conspiración política y futuristas como Mazinger Z y Mobile Suite Gundam. A la par surgirían animes con fines educativos como Heidi cuyo diseño de personajes estuvo a cargo del famoso Hayao Miyazaki o Doraemon.
Pioneros
Studio Ghibli
Es el estudio que llevo a la animación japonesa a la alfombra roja de los premios Oscar. Su fundador Hayao Miyazaki, nació dentro de una familia acaudalada cuya fortuna le permitió disfrutar de una infancia con ciertas comodidades a pesar de que su país era cruelmente bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su afortunada condición, Miyazaki recuerda que el sonido y el resplandor de las llamas asolando su ciudad lo impresionaron mucho, así como el dolor desmedido en los rostros de aquellos que lo habían perdido todo. Los hechos que vivió durante su niñez que transcurrió en tiempos de guerra influirían en la temática de toda su obra.
Dese pequeño tuvo el deseo de ser dibujante de manga y este sentimiento se acrecentó una vez que vio la película Hakujaden «La leyenda de la serpiente blanca «de Toei Animation, en donde quedo encantado con la protagonista. A pesar de que estaba destinado a continuar con el negocio de su padre, Miyazaki comenzó a trabajar para Toei Animation como intercalador y su sueño de fundar su propio estudio independiente tomaría forma.
Miyazaki llego a ser animador en jefe y conocería en Toei a su buen amigo y posterior co-fundador de Ghibli, Isao Takahata. Ambos coincidían en que no les agradaba el rumbo que estaba tomando la empresa debido a que Toei se estaba enfocando más en proyectos para televisión y ambos sentían mayor apego por el cine. Miyazaki y Takahata dejarían Toei para fundar su propio estudio que bautizaron como Ghibli (palabra italiana con la que se apodaba a un tipo de avión).
Kaze no tani no Naushika «Nausicäa del Valle del Viento» fue el primer filme producido y dirigido por Miyazaki y Takahata. Se estrenó en las salas de cine niponas en 1984, un año antes de la propia fundación del estudio. Era la adaptación de una novela gráfica escrita e ilustrada por el propio Miyazaki y cuya trama se centraba en un mundo post-apocalíptico devastado por la guerra y de la relación de los humanos con la naturaleza. La película tuvo muy buena recepción siendo un éxito en taquilla y gracias a ello se dio luz verde para la creación formal del estudio.
Miyazaki y Takahata produjeron un gran número de películas que impactarían en la cultura popular e influirían en la industria del cine internacional, entre ellas: La tumba de las luciérnagas, considerada como una de las mejores películas anti-bélicas de todos los tiempos, Mi Vecino Totoro, cuyo personaje principal se convirtió en icono tanto del estudio como de la cultura pop, La princesa Mononoke que rompió récord en taquilla en Japón, El increíble castillo vagabundo, un film pacifista inspirado en la oposición de Miyazaki por la invasión de Irak y por supuesto la aclamada El viaje de Chihiro, siendo esta última la que ganaría un Oscar en 2002 como mejor película de animación y es hasta la fecha, la única película anime con este galardón.
Los largometrajes de Studio Ghibli gozaron de gran popularidad y éxito comercial en el extranjero, no obstante Hayao Miyazaki anunció sorpresivamente su retiro de la compañía a través de un comunicado oficial en 2013. Actualmente existen fuertes rumores de un probable regreso de Miyazaki con motivo de un nuevo proyecto ligado a la celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se trata de una película que comparte su título con un libro juvenil de 1937 llamado Kimi-tachi wa Do Ikiru ka? ¿Cuál es tu manera de vivir? , el cuál sigue las inquietudes existenciales de un chico conforme atraviesa la adolescencia y la correspondencia que intercambia con su tío.
Akira Toriyama
Se convirtió en el dibujante de manga más famoso de todos los tiempos por haber sido el autor de obras muy populares como Dragon Ball y Dr. Slump.
Katsuhiro Ōtomo y Mamoru Oshii
El Boom de los 80’s y 90’s
Primer años del siglo XXI
¿El anime en decadencia?
Mamoru Oshii el director de Ghost in Shell también ha externado su opinión sobre la situación en la que se encuentra el anime actual expresando que: «El anime actual es la copia de la copia de la copia” durante una conferencia en la Tokyo University of the Arts. Además de que en distintas ocasiones ha dicho que las series actuales son otaku-céntricas, al basarse en las exigencias y gustos de los fanáticos dejando de ser una expresión artística del autor de la obra.